Una historia interminable

                                                                           UNA HISTORIA INTERMINABLE

                                                                                             CAPITULO 1

Jessica, es una niña a la que le gusta mucho vivir aventuras. Ella tiene el pelo rubio, largo y ondulado. También tiene unos ojos grandes  y verdes con unas pestañas muy largas y negras. Su cara es fina y tiene algunas pecas, eso le hace ser más guapa de lo que es. Tiene una sonrisa muy agradable y unos dientes tan blancos como perlas.

Además de ser muy guapa, es muy simpática, agradable, amistosa, lista, estudiosa, cuidadosa, cariñosa y siempre esta dispuesta a ayudar.

Jessica nación en Londres, el 25 de Mayo del 2000, y desde siempre le ha gustado vivir sus pequeñas aventuras: Como hacer puenting, escalada, paracaidismo, piragüismo, acampadas...Aunque se lo pasaba bien, se sentía un poco sola.
 Un día en el colegio, vino una chica nueva a clase. Se llamaba Marina, ella venía de España, tuvo que cambiarse de colegio por que su padres encontraron trabajo en una ciudad de Londrés y por eso se habían mudado.
Marina, no es que fuese muy lista, pero tenía un gran corazón, y aparte a ella también le gustaba vivir aventuras, como lo hacía Jessica, pero ella sobre todo,  hiendo a pescar con su tio, ya que era pesquero y algunos fin de semana, se iba  a las mareas altas a pescar mayor cantidad de peces, y a menudo Marina lo acompañaba. De hay su apodo "Marina", pero en realidad se llamaba Ana.

Marina tenía el pelo castaño claro, corto, y liso. Sus ojos eran grandes y azulados. Su piel era morena, ya que pasaba muchas horas bajo el sol, pero era muy fina. Llevaba "brakets" en los dientes, ya que los tenía un poco torcidos, pero al igual que Jessica tenía una sonrisa muy agradable.

El profesor le dijo que se podía sentar al lado de Jessica, ya que era la mejor alumna y podría enseñar a Marina todo lo que hacia falta, por que Marina no sabia inglés, sin embargo Jessica sabía hablar cinco idiomas: inglés, griego, español, catalán y francés.

Al terminar las clases, llegaba la hora de ir al recreo. Entonces...


                                                                                            CAPITULO 2

Entoces Marina, se sento tranquilamente  a tomarse su bocadillo en uno de los bancos que habia en el patio, pensando que como era nueva y además no sabia inglés ninguna chica se le acercaría. Unos minutos más tarde Jessica la vió y como ella también estaba sola, se fue para Marina y se sentó a su lado. Como Marina no sabía que Jessica estaba ahí, Jessica empezó la conversación:

- Hola- dijo Jessica

Marina, se giró y vió a su compañera de al lado. Pero como Jessica solo le sonreía pensó que no era a ella. Pero entonces, Jessica le volvió a decir:

- Hola.
- ¿es a mi?
- Si, hola, ¿tu eres Marina verdad?
- Si, y... tu eres mi compañera de al lado ¿no?
- Si, me llamo Jessica.
- ¿que quieres?
- Te he visto sola, y pensaba que a lo mejor te gustaria que alguien te hiciera compañia.
- gracias, pero estoy bien ...

Jessica, estuvo unos minutos mirandola, y como era muy lista supo en seguida que estaba triste.

- ¿te puedo ayudar en algo Marina?
- no, no me pasa nada.
- se que si, venga confiesa, yo te puedo ayudar...
- ¡me puedes dejar!-

Esta vez Jessica se calló y se fue, dejando a Marina sola. Al ver Marina que había arruinado lo que podría haber sido su amiga, rompió a llorar.

Sonó el timbre de vuelta a clase y Marina iva a irse cuando, Jessica la agarró de la mano y le dijo:

- Lo siento, por ser tan pesada antes, de verdad...
Marina, la vió y ella también quiso disculparse.
- No... perdoname a mi.

Jessica sonrió y Marina se la devolvió, desde aquel instante supieron que serían muy buenas amigas...

                                                         CAPITULO 3
Un tiempo más tarde, les dieron la vacaciones de verano, y como es de esperar, todos hablaban de donde ivan a ir de vacaciones, o como les había ido las notas... SIn embargo Jessica y Marina solo hablaban de todo lo que iban a hacer en verano juntas, y inventando muchas maneras para divertirse.

Entonces, a Jessica se le ocurrió ir de acampada un día, ya que ha ella le gustaba mucho, y además se lo pasaban muy bien. A Marina también le pareció muy buena idea, y decidierón ir pasada una semana. Y así lo hicieron.

Prepararón todo lo que necesitaban; tienda de campaña, sacos de dormir, linternas, ropas de mudas, bañador, su camara de fotos...Cuando lo tubieron todo preparado, cogieron el tren y se pusieron en marcha.

- ¿A donde vamos, Jessica?, no me has dicho donde vamos a ir.
- Es una sorpresa, lo sabrás cuando lo veas.

Cuando el tren llego a su destino Jessica condució a Marina, a un aeropuerto...

- Ya hemos llegado, Marina.
- ¿el aeropuerto?
- Si, vamos a ir a las Islas Caribes
- ¿que?
- que pasa, no te gusta la idea- dijo Jessica sorprendida.
- Si, claro que me gusta, pero...no se...
- Pero si va a ser muy divertido, además, solo vamos a estar, un par de días a lo mucho ¿no?.

Al final, Jessica convenció a Marina para que la acompañara, y emprendieron el viaje...

CAPITULO 4


Estubieron 5 horas en avión, y porfin después de tanto esperar, anunciaron por megafonía que pronto aterrizaría el avión.

- Jessica, despierta- dijo Marina- Ya va a aterrizar el avión.

El avión aterrizó y... se bajaron.

- Bueno, Marina, ¿que hacemos ahora?


Marina la miró extrañada y le dijo:

- ¿que hacemos ahora?... se supone que tú lo habias organizado todo ¿verdad?

Jessica la miró y soltó una breve carcajada.
- ¿pero que dices Marina?, tu te encargabas de esto, es tu parte.
- ¿que?, pero si no me has ¡dicho nada!
- Si que te lo dije, yo me encargaba del avión y tu... de la organización.
- Pues yo, no he organizado nada, así que... ¿que hacemos ahora?
- Bueno, Marina, entonces tendremos que esperar un taxi que pase por aquí y haber si nos lleva en la isla.
- Esta bien.

Jessica y Marina esperaron bastante tiempo, pero... no aparecía ningún taxi. Marina era muy miedosa y fantasiosa como no venía ningún taxi rompió a llorar e imaginarse lo que podría pasar.
- ¿por que lloras?
- por  que estoy asustada, Jessica, ¿que pasa si no viene ningún taxi? ¿que pasa si nos quedamos aquí hasta la noche? ¿ que pasa si nos morimos de habre? ¿que pasa si nos secuestra alguien? ¿que pasa si...?
- ¡para!, Marina, primero, seguro que viene un taxi, solo llevamos media hora esperando, segundo, no nos vamos a quedar aquí hasta la noche, tercero, no nos vamos a morir de hambre, recuerda que hemos traido bocadillos y patatas "chips" y eso, y cuarto, ¿como nos va a secuestrar alguien?

Esta vez, Marina se quedo callada y auque tenía ganas de llorar se mordió el labio y pensó en otras cosas.

Un cuarto de hora más tarde un taxi se ofreció para llevarlas hasta las islas Caribes, y dejarlas cerca del hotel.

CAPITULO 5

 El viaje duro poco, y las niñas estaban impacientes por llegar...

- Bueno- dijo el taxista- ya hemos llegado son 12 euros...

Las niñas pagaron y salieron disparadas del taxi, entonces se quedaron obserbando...

Oh!!! todo era precioso, sus playas eran de aguas cristalinas y se podían ver desde donde estaban las almejas y piedrecitas de colores que la marea traía a la orilla, había muchas olas, eso sí, pero eran perfectas para practicar el surf, cosa que a las dos les gustaba mucho. La arena era muy fina, blanca y estaba inpecable. Cerca de la costa se apreciaba el rico de olor procedente de los puestos de conida rápida; carne a la brasa, y los deliciosos batidos de fruta natural. El aire era fresco, pero a la misma vez cálido. El sol brillaba como nunca, pero no hacía mucha calor. Había dunas, eran bastantes altas y, espectaculares. También había algunas rocas, donde las gaviotas se posaban y luego alzaban el vuelo. ¡Aquello era precioso!

- Que bonito, Jessica
- Si, la verdad, no me imaginaba que fuera tan maravilloso, en las fotos que he visto por internet... ¡no se comparan con esto!

Se quedaron un rato más comtemplando, y entonces decidieron ir al hotel para dejar las maletas y descansar un poco, estaban agotadas.
De camino al hotel, se encontraron con varios animalillos que paseaban por el camino, todo era tan espedtacular...

- ¡Mira, Marina!- gritó Jessica ansiosa.

Marina alzó la mirada, y vió un gran totel de color verde clarito, con unos ventanales de cristal , amplios y lujosos. Luego había una puerta que ponía "biembenidos" de color azul marino y la puerta de entrada era de madera, grande y luego tenía algunos detalles en color dorado, que eran imitando a las hojas, cuyas estas cubrían la parte de los lados de la puerta.

Corrieron a dentró, y eso era aún mas excitante:

En la sala de espera, había unos grandes sillones alargados de color naranja claro, había una hermosa lámpara de cristal rosa y luego un estante de madera tallada lleno de papeles, llaves... y todo eso que el recepcionista utiliza.

Pronto...

CONTINUARA...







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